sábado, 26 de septiembre de 2009

Chile: MAPUCHES BUENOS Y MAPUCHES MALOS



“No se debe culpar anticipadamente a nadie ni mucho menos al pueblo mapuche. No podemos estigmatizar a todos los mapuches”, señaló el ministro del Interior Perez Yoma pocas horas después de acontecido el atentado al fundo de Eduardo Luchsinger. A la luz de lo acontecido en días posteriores, sus declaraciones no dejan de ser un mal chiste. “Detrás de las declaraciones de buena crianza de parte del Estado y sus instituciones se incuba una nueva cacería contra dirigentes mapuches, señala a Punto Final Lautaro Loncón, del Consejo de Todas las Tierras: “La utilización de tácticas antiguerrilleras, de allanamiento o de aniquilamiento de ciertos grupos que anuncia Carabineros y el Ministerio Público, se está aplicando desde hace tiempo en contra del pueblo mapuche. Este discurso del Estado de ‘no estigmatizar a todos’ es parte de esta estrategia, al buscar separar entre mapuches buenos y mapuches malos. Expertos en aplastar movimientos de liberación nacional saben que más allá de la lucha frontal, debe darse una lucha en el plano de la legitimidad. La gran mayoría de las comunidades son pacíficas, han dicho los personeros del gobierno, les faltó agregar que además les gustaría verlas sumisas. Indican que la gran mayoría de las comunidades desean el diálogo, pero se olvidan que el único que no quiere el diálogo es el Estado, que prefiere imponer su institucionalidad por medio de la violencia , subraya. “El gobierno persigue restarle legitimidad a las demandas de tierras y recuperación de derechos que vienen impulsando diversas organizaciones territoriales. Se trata de aislarlas de la opinión pública; especialmente que los propios mapuches seamos los que aislemos a ‘otros’ mapuches, para después hacerles caer todo el peso de la ley, juzgarlos como delincuentes o como terroristas, aislados y olvidados de su propio pueblo y comunidades”, agrega.

Por lo demás, agrega a Punto Final el abogado del Observatorio Ciudadano, José Aylwin, una vez más ha quedado en evidencia el doble estándar de la administración Bachelet. “Desde el gobierno, con el apoyo de la oposición, se han interpuesto acciones legales y solicitado la aplicación de todo el rigor de la ley en contra de los responsables del atentado en Vilcún. Ello contrasta con la pasividad que éste ha tenido frente a otros hechos de violencia ocurridos en la Araucanía, como los allanamientos masivos, apremios ¡legítimos, hechos constitutivos de tortura, e incluso frente a los casos de homicidio que han afectado a mapuches’, señala. “Tampoco han tomado iniciativas para reformar la legislación que permite que estos delitos –cometidos generalmente por agentes del estado- sean investigados por la justicia militar y no por la justicia ordinaria, avalando con ello su impunidad”, agrega. Aylwin hace referencia al caso del estudiante Matías Catrileo, baleado por el cabo Walter Ramírez al interior del fundo Santa Margarita de la familia Luchsinger, en enero de este año. La investigación recayó en el fiscal militar José Pinto, quien rápidamente liberó de culpas al policía involucrado, hoy en servicio activo en Aysén.

En su breve visita a Temuco, Pérez Yoma se dio tiempo para viajar hasta Vilcún a solidarizar con el agricultor Eduardo Luchsinger. Sin embargo, fue incapaz de atender a los dirigentes de Temucuicui que, fuera de la Intendencia Regional, demandaban una audiencia con el ministro. Los dirigentes viajaron desde Ercilla para solicitar el cese de los allanamientos en su comunidad, el fin de la persecución contra los dirigentes y una instancia de diálogo donde canalizar sus demandas territoriales. Así lo manifestaron por medio de una carta firmada entre otros por los dirigentes Jorge Huenchullán y Victor Queipul, de Temucuicui, y el werkén Aucán Huilcamán, del Consejo de Todas las Tierras: “Con frecuencia todos los hechos que suceden en el sur del país con absoluta ligereza e irresponsabilidad se le atribuyen a los mapuches. Esta situación reiterada obedece, por un lado, al racismo histórico con los mapuches y por otro, responde a los intereses de los grupos económicos y particularmente de quienes han participado en actos de despojo territorial. Blanco de las críticas mapuches fue el senador Alberto Espina (RN), a quien denuncian como un peligroso agitador en la zona, que actuaría junto a los empresarios agrícolas, “muchos de ellos actores de la usurpación de tierras mapuches” y del gremio de los camioneros, “ quienes han venido haciendo apología de la violencia y amenazas reiteradas de usar armas de fuego en contra de los comuneros mapuches”.“Los únicos que han traído el terror, la violencia, el despojo de nuestras tierras y territorio han sido los grupos económicos” subrayan en su misiva.




(Parte del artículo escrito para la Revista Punto Final en septiembre del 2008
por Pedro Cayuqueo desde Temuco Chile.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario